¿Qué tal mis querid@s lectores? ¿todo bien? Espero que sí.
No sé si a ustedes les pasa,
pero, si bien los operativos policiales resultan ser buenos, sin embargo, el
exceso de estos y a veces sin justificación alguna, cansa, fastidia y molesta.
Si eres alguien que conduce un vehículo en particular, sospecho pensarás en la
misma línea que yo.
Hace algunos días, en medio de
un operativo, “sorprendía al policía” con un simple pedazo de papel, con un
enmicado barato, que tiene datos básicos y una foto descuadrada en la cara y en
el adverso, un sello gerencial junto con una enorme firma; efectivamente, es,
una licencia “provisional”, que tal parece, será eterna.
Ahora, ¿cómo obtuve una licencia
así de ridícula? pues bien, ahora les cuento el martirio que estoy viviendo,
desde hace 6 meses, la historia trae consigo una serie de mentiras, excusas
absurdas, reprogramaciones, burocracia y pésima calidad de gestión, así como
una pequeña parte de hígado, por todos los sinsabores que provoca este hecho.
Inicié mis trámites en el penúltimo
día hábil en el que las municipalidades podían emitir licencias (29 de
setiembre de 2022); luego de haber cumplido con todos los requisitos, ya solo
me quedaba esperar 10 día para recogerla, sin embargo, cuando fui por ella, no
me la dieron, sino que, por el contrario, me dieron un documento provisional,
acompañado de excusas absurdas que, trataré de parafrasear.
Primera excusa, en octubre del
2022, “no podemos entregarle su licencia, porque la impresora se nos acaba
de malograr y la estamos enviando a Lima para su reparación, no se preocupe,
aquí le damos este carné provisional, con él no tendrá problemas, además la
policía ya está advertida, por lo tanto, normal puede manejar con este
documento, vuelva en 30 días y le daremos la licencia”.
Segunda excusa, 37 días después
(noviembre de 2022), “aún no reparan la máquina, y sigue en Lima”. Reclamé y
me recalcaron, “efectivamente, señor, la máquina aún no ha sido reparada, tiene
unas piezas que no encuentran, pero, le aseguro que, en diciembre, ya va a
tener su licencia de conducir”.
Tercera excusa, el 03 de enero
de este año, “señor, recién hacemos cambio de gestión (pese a que los
funcionarios son los mismos de la gestión anterior), aún no sabemos quién será
el gerente y, por lo tanto, no podemos darle su licencia, pero, 15 días más y
vuelve”.
Cuarta excusa, luego de los 15
días, “señor, la máquina sí, está malograda, pero, nunca la mandamos a
reparar, sucede que la gestión anterior ya no quería hacer gastos, porque
estaba en cierre, así que no nos hicieron caso cuando la reportamos malograda,
y, para evitar problemas, les decíamos eso”.
Quinta excusa, el 31 de enero, “Ahora
sí están reparando la máquina, le daremos un nuevo carné, por 3 meses, pero, no
será por ese tiempo, sino que a fines de febrero ya puede venir”.
Sexta excusa, el 20 de marzo, “señor,
recién en abril vamos a emitir las nuevas licencias, debe esperar hasta esa
fecha para su trámite”; le digo que no, que no estoy haciendo un trámite
nuevo, que, por el contrario, estoy de camino a recoger una licencia que me
deben desde el mes de octubre, que el trámite lo hice dentro de las fechas y
que solo es imprimir y ya está; ella, llama a su jefe, sí, el mismo que es
responsable de las impresiones, el que firma los carné provisionales, el que me
tomó el examen de manejo, el que fue testigo de todas mis visitas a esa
oficina, y campante me dice (séptima excusa), “sabe, no estamos autorizados
por el ministerio (de transportes) para emitir licencias, recién nos van a
habilitar en abril, entonces, lo primero que haremos será imprimir la licencia
de ustedes, que son como 200, y luego de los que inicien el trámite en esa
fecha… la máquina ya está operativa pero, falta se le hagan algunos ajustes,
para la impresión sobre todo, vuelva en abril y listo, tendrá su licencia”.
Regresaré en abril, y no estoy
seguro si tendré o no una licencia, de verdad, entre manos. Mientras eso pasa,
la policía seguirá fastidiándome, aun sabiendo de este problema, porque, según
ellos, ya no debo tener un documento provisional. Los empleados de esa área
verán una nueva excusa para justificar su ineficiencia o quizás, como ya me
conocen, me esperen con un cafecito para pasar el mal rato…
No es por nada, pero, a veces me
gustaría tener esa suerte que tienen ciertos grupos, a quienes sus trámites,
licencias o permisos especiales, no sólo se les agiliza de una manera exprés,
así, de la noche a la mañana, sino que, además, van acompañados de frases como <<…por
especial encargo…>>; lamentablemente, no todos tenemos esa dicha y,
estamos destinados a sufrir los estragos de la burocracia, ineptitud e
ineficiencia de algunos malos funcionarios del estresante sector público.